En la actualidad muchas personas sufren de una afección llamada sarro y hasta que no investigan sobre esta afección no saben que tienen este problema en su dentadura. Antes de comenzar debemos explicar con detalles que es y cómo se produce.
¿Qué es el sarro?
Está afección es conoce como cálculo dental y aparece gracias a la acumulación de baterías en la cavidad oral, esta puede formarse por encima o por debajo de la línea de las encías, o sea, es un depósito color amarillo o marrón y puede llegar a formarse por no tener una buena higiene bucal a diario, es importante tomar en cuenta que el sarro es una sustancia dura, rugosa y mucho más difícil de quitar que la placa bacteriana, por eso cuando no se toman medidas a tiempo, puede causar problemas de salud más grandes e incluso desgastar el esmalte de los dientes.
Evitar la acumulación de bacterias en la cavidad oral es imposible, ya que a la hora de llevarnos alimentos a la boca, estamos expuestos a millones de estas. Los dentistas de dentakay.com/es/ expresan que sí es posible evitar en su gran mayoría problemas como estos con el buen cepillado, uso del hilo dental, y llevando control temporal del odontólogo.
¿Cuáles son los tipos de sarros?
Existen dos tipos de sarros:
- Sarro supragingival: Este se detecta sólo cuando se encuentra en la superficie de los dientes o las encías, es más visible y fácil de eliminar.
- Sarro subgingival: Este tipo de sarro es el más peligroso ya que es uno de los causantes de la enfermedad periodontal, se encuentra en la raíz del diente y debajo de la encía, no puede ser visto fácilmente y solo se detecta por medio de una radiografía.
¿Cuáles son las causas del sarro?
- Las caries dentales: El sarro es uno de los principales causantes de estas baterías que se van formando cuando consumimos productos azucarados y que son capaces de destruir el esmalte dental.
- El mal aliento: Cuando tenemos una mala práctica a la hora de la higiene bucal, no solo estamos expuestos al sarro y más bacterias, si no que esto causa que tengamos mal aliento.
- Enfermedad periodontal: En está enfermedad está incluida la presencia de la gingivitis, que es cuando la encía presenta hinchazón, sangrado, sensibilidad, entre otros, o la periodontitis, ambas son causadas principalmente por la presencia del sarro en la dentadura.
- Mala estética: Hoy en día la presentación personal es de gran importancia ante los demás y para sentirnos en mayor confianza con nosotros mismos, la aparición del sarro causa a nuestros dientes un aspecto de tono oscuro y con aparente suciedad.
¿Cómo podemos eliminar el sarro?
Existen algunos procedimientos que solo los profesionales en la rama pueden hacer para eliminar la presencia de esta afección y de la placa bacteriana:
- Raspaje y alisado: Este procedimiento se hace con un instrumento llamado curetas y se realiza cuando el sarro se ha detectado debajo del diente y o la encía, y aún se puede detectar. Se busca eliminar por completo y destruir también las toxinas acumuladas y que originan este tipo de sarro, todo aplicando anestesia local.
- Limpieza profesional: Este es un procedimiento más sencillo y elimina el sarro supragingival que se encuentra en la superficie de la dentadura.
- Cirugía periodontal: Cuando se presenta este caso es cuando el sarro está más avanzado y se encuentra en la raíz del diente y la encía, por lo cual se debe acceder a este por medio de la cirugía, se realizan incisiones en las encías para llegar al contorno de la raíz y así pulir las raíces para que el sarro no vuelva a aparecer, esto puede traer consecuencias como la apariencia de dientes más largos, ya que las encías tienden a quedar en una posición más baja.
¿Cómo podemos evitar el sarro?
La recomendación más efectiva y que depende totalmente de nosotros, es llevar una buena higiene bucal, asegurarnos de cepillarnos los dientes después de cada comida, el correcto uso del hilo dental y de los enjuagues bucales, cabe destacar que el buen cepillado de la lengua juega un papel muy importante, ya que está siempre está expuesta a la mayor acumulación de bacterias que no solo traen el sarro y la placa bacteriana, si no también la aparición de caries que pueden con el tiempo hacernos perder la dentadura de manera permanente.