La vida matrimonial no siempre es tan bonita como nos la pintan en los cuentos. Todo lo contrario: factores como la rutina apática, las discusiones prolongadas en el tiempo o la pérdida del afecto tienden a ser comunes en una relación de pareja y son capaces de minar drásticamente en amor que se profesaba la pareja el primer día. En estos casos, la decisión más inteligente es poner fin al matrimonio para así empezar de nuevo la vida sentimental. Un trámite que hay que saber llevar a cabo para que no sea más tedioso de la cuenta, garantizando que todo se resuelve con rapidez y sin impacto ni emocional ni económico.
Separarse a los 60, un hábito más común de lo que se cree
Mucha gente piensa que divorciarse es algo que se produce exclusivamente durante los primeros años del matrimonio. No obstante, separarse a los 60 es mucho más habitual de lo que se piensa. Hablamos de una época que suele coincidir con la emancipación total de los hijos, lo cual hace que ese objetivo común de la pareja que era su educación y manutención desaparezca de la noche a la mañana. Provocando un verdadero conflicto en lo que respecta a las metas hacia las que se dirige el matrimonio.
Asimismo, el paso a la tercera edad hace que las personas ya no tengan la paciencia del pasado para afrontar problemas rutinarios. El interés por disfrutar de este tiempo en plenitud se acrecienta, provocando que muchas parejas decidan separar los caminos para seguir su propio rumbo hacia la felicidad perdida. Una combinación de factores que tiende a provocar que muchas relaciones no lleguen a aquello de “juntos para siempre” en este momento de la vida.
La crisis de los 40 y los divorcios
Ahora bien, la realidad es que la crisis de los 40 tiende a ser uno de los detonantes principales en un divorcio. Mucho se habla de separarse a los 40 lo que nadie te cuenta es que antes de tomar esta decisión hay ciertas balas que se deben quemar. A fin de cuentas, se trata de una edad repleta de vitalidad y que conviene aprovecharla en aras de dar una oportunidad al matrimonio.
Muchos de los divorcios tienen su origen en una mala comunicación entre la pareja. Pero, si se hablan las cosas desde la calma y el entendimiento, abordando los problemas como la apatía o el desenamoramiento, se pueden encontrar soluciones de lo más efectivas. Nada de juzgar a la otra persona: sus sentimientos son igual de válidos como los tuyos y el trabajo de cualquier pareja es luchar juntos para mantener viva la llama del amor. Ahora bien, si nada de esto funciona, entonces sí: toca poner fin al matrimonio.
No caigas en discusiones tópicas y resuelve el trámite con rapidez
Si la comunicación se optimiza como medio para salvar el matrimonio, en caso de que se fracase en dicho objetivo al menos se habrán dado pasos de gigante para resolver el divorcio de forma satisfactoria. Valores como el respeto y el entendimiento han de estar presentes durante este trámite, ya que son los únicos medios para alcanzar un acuerdo de separación amistoso.
Los divorcios de mutuo acuerdo son el recurso más satisfactorio para romper el contrato matrimonial. Un procedimiento que tiene una duración de unos tres meses y que, en lugar de estar plagado de discusiones y visitas a los tribunales, se solventa de una manera pacífica y con la firma de un convenio regulador que elabora un buen abogado de familia.
¿Cuánto cuesta un divorcio de mutuo acuerdo?
No importa si te vas a separar a los 60, a los 50, a los 40 o a cualquier otra edad: probablemente el coste económico del divorcio sea uno de los temas que más te preocupe. Pero, ¿sabes realmente cuánto cuesta un divorcio de mutuo acuerdo hoy en día?
Si bien es cierto que los divorcios contenciosos pueden escapar al presupuesto de muchas parejas, los amistosos resultan mucho más asequibles. De hecho, hay despachos de familia que asumen esta gestión por tan solo 150€ por cónyuge. Una razón más para dejar en casa los rencores y apostar por esta vía tan satisfactoria para todas las partes implicadas.
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